Violencia contra la mujer y la niña

Durante 2019 se registraron en Guatemala un promedio de 143 agresiones a mujeres cada día¹. De los 4.078 asesinatos que se registraron en el país en 2021 (11 cada día), 652 fueron femicidios². Es importante recalcar que se trata de cifras oficiales sobre número de denuncias, por lo que es razonable asumir que las cifras de casos reales son muy superiores. Y todo esto sucede en un país con un nivel de impunidad que ha alcanzado el 98% sobre todos los delitos. De las 51.357 denuncias que se interpusieron en 2019 por violencia contra la mujer, solo un 3,4% recibieron sentencia por parte del Organismo Judicial³.

La violencia contra la mujer se presenta de forma transversal en todos los aspectos de la vida: desde el ámbito laboral hasta las relaciones afectivas. En la calle, en el trabajo, en la universidad… y, sobre todo, en el propio hogar. Según la Policía Nacional de Guatemala: de cada 20 mujeres agredidas por hombres en 2019, 14 mantenían o mantuvieron una relación íntima con el agresor. La violencia sexual contra niñas y mujeres es una práctica extendida impunemente por todo el país. En 2019, se reportaron una media de 19 víctimas de violación cada día, siendo las adolescentes (13-17 años) el grupo más vulnerable a este respecto. Las denuncias registran que 7 de cada 10.000 niñas y mujeres son violadas en el país cada año (24 de cada 10.000 adolescentes). Pero, con las dificultades de acceso a la justicia en el área rural, y la falta de confianza en un sistema jurídico con un 98% de casos sin resolver, es evidente que el número de casos que quedan sin denunciar es mucho mayor⁴.

En este paisojo vemos a la inocente Rebeca en la córnea herida de su abuela. La abuela de Rebeca es comadrona. Tras más de 40 años ayudando a traer al mundo a los bebés de su comunidad, la abuela de Rebeca y su esposo tuvieron que abandonar la comunidad después de que una turba de vecinos quemara su casa por haber ayudado a abortar a una adolescente violada en la cama familiar por su padrastro.