Bebiendo muerte

Guatemala cuenta con una disponibilidad de agua que duplica el promedio mundial (33.416 litros/habitante/día), pero sigue existiendo escasez de agua apta para el consumo humano. ¿Cómo es posible?

Según datos de UNICEF¹: el 47,3% de las viviendas en el área rural de Guatemala no cuenta con acceso a la red de agua entubada. Son más de 4 millones de personas que beben el agua que recogen de la lluvia en el techo de lámina metálica de su vivienda o de cuerpos de agua cercanos como ríos o pequeñas lagunas.

A esta falta de acceso, se une el problema de la contaminación de estos cuerpos de agua: según el Instituto Nacional de Fomento Municipal -INFOM- sólo el 5% de los 340 municipios del país trata sus aguas residuales. El resto lo vierten sin tratar en estos cuerpos de agua, fundamentalmente en ríos. En el área rural, el 78% de los hogares no está conectado a ninguna forma de drenaje o saneamiento.

La combinación de estos dos factores implica que gran parte de la población está bebiendo diariamente agua contaminada. Según la OMS: el 88% de las enfermedades diarreicas son provocadas por el consumo de agua insalubre. En Guatemala, las enfermedades diarreicas agudas se encuentran entre las primeras 5 causas de morbilidad y mortalidad en el país. El agua en mal estado provoca diarreas continuas, que conllevan la deshidratación y, si no se trata adecuadamente, la muerte. En Guatemala, la principal causa de muerte entre niños menores de 5 años (26 muertes cada 1.000 niños²) es la deshidratación por diarrea aguda³.

En este paisojo vemos a Doña Teresa, lideresa maya q’eqchí’, cargando un cántaro de agua. La conexión del pueblo maya con el “vital líquido” es mucho más profunda que la alimentación o la salud. En su cosmovisión, su existencia está indivisiblemente ligada a un territorio, con sus ríos y su ecosistema. La privatización de estos elementos para su explotación económica y el desplazamiento forzado de las comunidades afectadas es, a día de hoy, sin duda, la principal lucha de lideresas como Doña Teresa.